Sunday, June 24, 2012

LA NIEBLA SIN FIN



Carin Smith

          Quiero que mis palabras fluyan en la página con gracia para que todos se sorprendan. Pero, yo sé que no va a suceder. Ahora, no puedo pensar con claridad, y todas mis palabras están siendo mezcladas. Desafortunadamente, esto es el cuento de mi vida. A lo lejos, mi vida parece perfecta. Parece que no hay ningún problema. También, a veces mis amigos más cercanos piensan que mi vida es fácil o normal. Pero, no es verdad. La verdad está encubierta, se enmascara.

          Los involucrados, todos quieren salir. Nadie quiere esta vida. Es como si una niebla gigante estuviera colgando sobre la realidad. Se puede ver la verdad un poco, pero no es posible verla toda. Las personas partícipes pueden ver lo que ocurre y a veces simplemente dejan que ocurra. No quieren que los otros detecten sus errores. Pero, los que están atrapados en la niebla, quieren ser libres. Tratan de escapar, mas en la niebla, las mentiras son infinitas. Las mentiras, el engaño y, los secretos que todos ocultan.

          ¿Qué está pasando con nuestro planeta? Las personas que deberían ser felices, no lo son. Todo el mundo parece lejano. La mayoría anda callejeando en sus propias tinieblas. El resto, sólo puede esperar que alguien ayude.

          Ojala que algo ocurriera para mejorar las vidas. En el infortunio, algunas personas no tienen está esperanza. A otras les encantan las mentiras y no quieren cambiar. Viven de mentir y se mienten para vivir. Uno se siente mal por ellos. Estamos entre la niebla, pero, puedo se puede ver la luz.

          Estoy luchando por mi libertad. Quiero ser libre de toda falsedad. Voy a buscar un resplandor, la esperanza. Voy a rastrear el amor. Sin ésto, mi espíritu estará vacío dentro de una niebla sin fin.

Tuesday, June 19, 2012

ERRORES ENTRE LAS ESTANTERíAS


                               


Por Jennifer Parker





          Era un sábado; podría ser cualquier sábado del verano. Estaba trabajando en la biblioteca desierta y todo había desaparecido entre las estanterías. Estaba totalmente sola, excepto por el zumbido del acondicionador del aire. O eso creía yo. De repente, me di cuenta de una forma negra al
final del pasillo Suspiré con sorpresa, y vi a un
hombre que me estaba mirando.

—¿Charlie? –Le pregué.                        
—Rompí con Miranda.
—¿Qué? ¡Dios mío! 
          No lo podía creer. Él había dejado a su novia y, ¿ahora me lo dedía? Nosotros acabábamos de salir juntos hacía ochos meses. ¿Por qué deseaba hablar conmigo ahora? Se me acercó. Dijo:

—Escúchame, periquita.
—¡No me llames perica! ¡Nadie me llama así! –Me molestaba, porque era el único apodo que yo había recibido en toda mi vida, y murió desde que Charlie y yo terminamos. Hizo una pausa y, después de unos momentos de escuchar el ruido del aire acondicionado, dijo:
—Me di cuenta de que estaba aburrido de Miranda. Ella no tenía los mismos intereses que yo, y… nunca tuvo confianza en mi como tú.

          Estaba confundida. Ambos sabíamos que no me quiso porque soy una mujer independiente y franca. Si lo amé fue porque era muy semejante a mí y, también, porque era la persona más interesante que conocía, con buen sentido del humor, cariñoso, abierto…

—Ya he aceptado que nosotros jamás estaremos juntos. –Ryan, mi novio en la actualidad, y yo, habíamos estado saliendo juntos desde hacía medio año. Él me interrumpió
—Si, pero sé que me amas.
—Ryan es tu amigo y ¿estás pensando en alejarme de él?
—Pues, no… porque, la decisión es tuya. Solamente estoy exponiendo unas opciones. –Quise abrir la boca pero él no me dejó.
—Estoy seguro que aún me amas. –El zumbido del aire acondicionado bramaba. Nos mirábamos fijamente. Era una conversación entre jóvenes amantes, llenos de experiencias y memorias felices que dolían muchísimo. Despacio, con mucho cuidado, él quise besarme. E incliné la cabeza.

          Fue un error.

Imágenes tomadas de: http://bibliotecaceipdulcineadeltoboso.blogspot.com/

Friday, June 15, 2012

EL ROMANCE DE FARYN Y RICH





Erin Denny


Érase una vez una chica llamada Faryn –mozuela que apenas si sabía tocar el violón acompañada por el hermoso silbido de su canario de fama internacional conocido por Piolín–; quien amaba a un joven endiabladamente apuesto que respondía al nombre de Rich. El zagal era originario de un planeta distinto y, le robó el corazón, el alma y todo, deslumbrándole los ojos.

Pero había un problema: estaba casado y, Faryn se desencantaba llorando a mares. Lo peor del asunto era que le había conquistado sin que jamás le mencionara a su esposa. La señora de Rich se llamaba como una ironía Margaretha Gertruda. Y ella sí que sabía hacer algo muy bien: romper corazones. Destrozó el pobre e, incauto, corazón de Rich –bueno, eso es lo que afirmaba el galán–. Por desgracia, en su cultura, era imposible el divorcio y, tal precepto arrojó al enamorado a las cumbres borrascosas de igual manera que a Faryn.

Fue una larga historia –que nuestra página no alcanza a cubrir– que se extendió de ciudad en ciudad bajo la especie de que un mancebo manipulaba a su consorte y, que ésta, también conocida como la bruja Matahary, enojadísima de tal modo, lo convirtió en rana. La mejor amiguita de Margaretha Gertruda era Perséfone, la diosa de las estaciones que interpretaba muy bien a Vivaldi y quien la había introducido en los secretos de la magia negra. Perséfone decidió que su íntima amistad necesitaba un descanso de ese esposo tan aburrido que no sabía tocar ni la puerta. La llevó a un restaurante local a tomar unos brebajes mágicos para olvidar. Ya cuando estaban allí, se toparon con Faryn sin saber quién era. Faryn sí que las conocía –por los quejidos de Rich, quien cínico e hipócrita le había hecho objeto de sus supuestas penas sentimentales–, se enfureció de tal manera que tuvo que ir al cuarto de los abanicos, que estaba en la parte de atrás del restaurante, al lado opuesto del cuarto de las pipas, para tratar de calmarse. Mientras estaba en la parte de atrás su compañero musical, Piolín, se le acercó, y le preguntó si se sentía bien. Ella respondió de manera afirmativa aunque con ojos llorosos. En ese momento, ambos escucharon un ruido estridente que procedía de la salida de emergencia. Piolín, con una varita mágica abrió la puerta para encontrarse con una rana que sólo llevaba puesta una corbata de lazo. Faryn gritó que sabía que tenía que ser Rich.

—¡Debe de haberse divorciado de su esposa en un loco intento por apaciguar mis emociones incómodas sobre nuestra relación! –Piolín fraguó un plan de inmediato, aunque se temía que no fuese del agrado de Faryn:
—Si vamos con Irene y le pedimos que bese a esta rana, de seguro que se convertirá de nuevo en Rich. –Faryn estaba tan disgustada, confundida y desesperada que, con tal de volver a ver a su amado, estuvo de acuerdo.

Pasaron toda la noche tratando de emborrachar a Margaretha Gertruda y, por fin, ya cuando la tal, apenas se podía sostener en sus cuatro pies, consiguieron que la malévola esposa besara a la rana; mas aunque Margaretha Gertruda estaba muy mareada le cerró un ojo a Perséfone, pues recordaba que cuando por la mañana había embrujado al infidente Rich, éste, acababa de darse una ducha y sólo llevaba una corbata puesta al cuello.

Lo besó y, como si Piolín hubiese usado de nuevo su varita mágica, aparecieron los oficiales de la policía quienes se los llevaron a todos a la comisaría acusados de faltas a la moral y confabulación delictiva.

A la semana siguiente de los hechos, luego de que de nuevo Piolín les ayudara con un buen equipo de abogados, Faryn y Rich, se congraciaron, y vivieron felices para siempre.



Imagen de Piolín tomada de : http://www.google.com/imgres imgurl=http://www.quierodibujos.com-

Thursday, June 14, 2012

GATOS MUY INTELIGENTES

Colleen Regan



          Me desperté una mañana solo para encontrar una extensión de basura por todas partes del suelo de la cocina. Había pedazos de papel, remanentes masticados de alimento afeitados de zanahoria, y dispersos varios contenedores de plástico. La basura se había esparcido al cuarto de la familia también. "Alguien debe haber forzado la entrada," –pensé para mí–. Seguramente, nos habían robado. Nerviosa, anduve alrededor de la cocina. Entonces, fui a la puerta trasera para comprobar que las cerraduras se encontraban en perfectas condiciones. Hice lo mismo con la puerta principal.  Las puertas estaban cerradas con llave.  Me cercioré de que las ventanas no estuvieran rotas. Unas estaban abiertas. Solo algo no parecía correcto: Tenemos dos gatos, y yo no podía encontrarlos por ninguna parte. Corrí hacia arriba para despertar a mi compañera de cuarto.
—"¿Kelly, has visto a Millie y Edith esta mañana?"
—"No," –me respondió.
          Le dije que había un desorden enorme en la cocina y que estaba preocupada porque hubiese entrado alguien en la casa.
—¿'Han robado algo?', –preguntó.
          La única cosa que no aparecía eran los gatos. De repente, escuchamos un ruido que provenía del sótano. Kelly y yo agarramos un bate y dos linternas y nos dirigimos rápidas hacia abajo de las escaleras. Nos miramos la una a la otra con caras del miedo. Oímos desplazamientos suaves, lentos, que venían del sótano. Con nuestras armas y luces en la mano, caminamos despacio y silenciosas hacia el ruido. Estábamos listas para atacar. El sonido se puso más alto. Ambas comenzamos a temblar. Dirigimos las linternas alrededor del sótano para ver si veíamos algo extraño. A nuestra derecha, el agua goteaba de un tubo. A nuestra izquierda, una araña grande yacía en el suelo. Miramos bajo las escaleras: ¡Allí estaban Edith y Millie que dormitaban con pedazos de la zanahoria en sus caras!



Fotografías de: http://www.canstockphoto.es/imagenes-fotos/detective.html#file_view.php?id=5116862serio, mujer, detective, lupa foto almacenadaserio, mujer, detective, lupa foto almacenada

MUNDO FELIZ

Kylie Torres
          Después de veinte horas en carro, sola, llegué a Orlando, Florida.  Estaba tan feliz que, cuando conducía bajo el letrero que dice, “Donde los sueños se hacen realidad,” empecé a brincar de gusto en el asiento.  Al llegar al hotel me encontré con mi amiga Ali, quien habia llegado unos días antes.  Fuimos a comer y conversamos acerca del viaje.  Pasado un día, vimos a nuestras amigas Kelcie y Amanda y  fuimos al Centro Disney para almorzar. Decidimos reunirnos al día siguiente a las once de la mañana frente a Walgreens. 




          Toda la noche estuve nerviosa.  Iba a ser mi primer día en el programa colegial de Disney.  Tenía que elegir nuestro apartamento con mis compañeras e iba a saber dónde trabajaría para el programa y,  a la vez, escogería mis clases en el mismo.  Llegado el momento fui a donde habíamos quedado para encontrar a mis amigas y, después, nos dirigimos a Vista Way, ya que ahí entrarían nuestras nuevas residencias. Después de estacionarnos hicimos fila para el registro. En la línea conocí a nuevas amistades, como Katie y Haley.  Más tarde nos dirigimos a nuestro nuevo apartamento, el 2201. Tenía que compartirlo con tres chicas: Lady, Chrstine, y Deanna. En aquel lugar tuve los mejores momentos de mi vida. Todas las amigas nos llevábamos bien.  En la Universidad de Disney elegimos las clases. Yo escogí solo una.  
          El próximo día en el trabajo me desempeñé en vestuario. Toda la gente era amable. Mi jefe y todas mis compañeras me agradaban. ¡Fue una experiencia que nunca olvidaré!

Imagen: Wikipedia

Wednesday, June 13, 2012

HUCKLEBERRY


Por Jessica Jordan


          Trabajaba como asistente técnica en una clínica veterinaria —es tal tarea, un requisito para entrar a la escuela de veterinaria y, por esa razón, estaba allí. Mis días empezaban a las seis de la mañana y llegaba a mi empleo a las siete y media. Mi responsabilidad era cuidar gatos y perros con enfermedades, o que se estaban recuperando de alguna cirugía. Esta actividad me enamoró de la vida veterinaria, sin importarme que mirara solamente. Fue en la clínica de animales del Dr. Boyce donde encontré a mi nueva mascota.

          A veces el Dr. Boyce acoge gatos callejeros que los clientes traen a la oficina. Él tiene un corazón muy grande. Siente compasión por todos los animales perdidos o enfermos. Creo que es una cualidad importante en esta profesión. En algunas ocasiones otros asistentes traían gatos callejeros que encontraban en la ciudad pero, un día, mi compañera Sally trajo uno. Sólo era un gatito. El Dr. Boyce estimó que tendría cuatro meses —es posible adivinar la edad de los gatos solo observando sus dientes con detenimiento—. Tenía patas blancas, cola de punta y orejas negras; su cuerpo gris tenía rayas negras. Sus ojos eran verdes y amarillos.

          Sally me dijo que había encontrado al gato en Cardinal Greenway cuando hacía ciclismo. El felino trataba de huir de las bicicletas y, ella y su esposo, lo atraparon. Trataron de ponerlo cerca de un granero lejos del camino mientras terminaban su paseo. Cuando volvieron con sus bicicletas, lo recogieron.  Sally lo puso en su chaqueta y se condujo a un McDonalds. Alimentó al gato con los huevos de su sándwich. El próximo día lo trajo con nosotros. Susurraba cada vez que alguien lo cargaba y acurrucaba entre sus brazos. Todos lo amábamos. Hice carteles con mis compañeros para encontrar un dueño. Pero porque era muy travieso, después de tres meses, nadie lo adoptó.

          Recibió su nombre por su temperamento: me evocaba a Huckleberry Finn, el más diablillo. Como nadie lo quiso y a mí me gustaba mucho, finalmente, lo hice mío. Es mi mascota, y él: me adora.



Imagen de Huckleberry, de Jessica Jordan.
Imagen de ciclistas tomada de: http://es.123rf.com/photo_7513434_feliz-pareja-senior-anciano-ciclismo-en-parque.html

Tuesday, June 12, 2012

UN TIPO DIFERENTE DE PIRATAS


Bethany Stewart



          En una tierra muy lejana había un pequeño grupo de bucaneros. Estos piratas no eran conocidos por mucha gente. No parecían peligrosos; pero lo eran. No herían los cuerpos: robaban las mentes.

          Una tarde nublada, Elena, una niña morena fue a la biblioteca a buscar libros sobre un proyecto escolar. La biblioteca era muy vieja. Las paredes de ladrillo estaban cubiertas de hiedra. Había muchos libros antiguos que no habían sido leídos hacía largo tiempo. El edificio tenía cuatro pisos; la sección de niños estaba al nivel del suelo. Por lo general Elena nunca iba al sótano, pero aquella vez era un  día diferente.

          Mientras buscaba una referencia, descubrió que su ubicación apuntaba hacia el misterioso sótano.  Bajó las escaleras a la sala grande de estantes polvorientos.  Deambulaba en busca del libro cuando se topó con un póstigo en el rincón más alejado del área de la penumbra. La ventanilla era pesada, pero Elena logró abrirla. Dejó la tapa entreabierta con la pequeña pila de libros que llevaba.  Ya adentro, se desplazó con cautela hacia el corredor.
          De repente, en la oscuridad, una voz sonó.
—“¿Quién anda allí?”
—“¡Lo siento! Sólo soy una niña que busca libros.”
          La cara de la voz apareció. Era una chica un poco mayor con el pelo oscuro y con los ojos aún más lóbregos. Ella sonrió.
—“¿Has venido a unirte a nuestro grupo de piratas?”
—“¿Piratas?” exclamó la chica.
—“Sí, niña. No robamos tesoros, como oro y joyas, buscamos conocimientos. Los libros son nuestros cofres del tesoro.”
—“¿Por qué libros? ¡Son tan comunes!”
—“No, no, no, eso no. Son cualquier cosa menos ordinaros. Poseen la sabiduría del pasado, mundos que sólo puede visitar un lector. Contienen todo. Ven con nosotros y lo descubrirás por ti misma.”

          Elena, cautivada por la idea de nuevas experiencias, sonrío y siguió a la chica pirata más allá del corredor.


Imágenes tomadas de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Pirater%C3%ADa

Monday, June 11, 2012

LA PROMESA


Mitchell Marlow


     Había una vez una pareja que vivía en Caracas, Venezuela. La pareja era conocida por toda la ciudad ya que eran personas amables: Iris y Pierre. Se conocieron en la escuela primaria y, desde entonces, eran grandes amigos. Al llegar a la escuela superior se dieron cuenta de que sentían algo más que amistad. Pierre consideró que el sentimiento era mutuo y se atrevió a hacer la pregunta que consideraba más importante.  Debía hacerla,  y se dirigió a ver a la chica. Iris se encontraba en casa, escuchó el timbre, fue a ver si era su madre que estaría de regreso, pero resultó que era Pierre. Al verlo, Iris no pudo contener su alegría y lo abrazó con entusiasmo. Sonrieron. Fue ahí, cuando Pierre preguntó:
—“Iris, quisiera llevar nuestra amistad a otro nivel. ¿Quieres ser mi novia?” –Iris respondió con un firme:
—“Sí”.
     Pasaron unos meses. Pierre siempre había deseado jugar béisbol en las Grandes Ligas. Iris lo apoyaba. Un día a Pierre lo llamó un agente profesional y le dijo que lo querían contratar. Pierre se enfrentaba a una decisión difícil, ya que al firmar el contrato tendría que irse y dejar a su amada, por lo que la buscó; tuvieron una profunda y grata conversación. Iris por supuesto, lo alentó a que se fuera, que tenía que cumplir su sueño. Fue entonces cuando Pierre le declaró que su mayor sueño era ella, Iris.  Pierre le prometió que estarían juntos en corto tiempo.
     Así fue como Pierre se fue al extranjero, e Iris luego, le alcanzaría.  Pierre le propuso matrimonio de forma original:
—“Ya no quiero que seamos novios, estoy harto” –Cuando Pierre dijo eso, Iris empezó a llorar; mas Pierre prosiguió:
—“No llores, es lo mejor para los dos; es por eso que quiero pedirte que seas mi esposa”.

     Y los dos vivieron felices para siempre.

Imagen: La primera comunión de Picasso (1889). Tomada de http://amigajirafa.blogspot.com/2011/11/conocemos-el-cuadro-la-primera-comunion.html