Tuesday, October 25, 2011

OTOÑAL







«Te extraño»
Dice triste el verano
a la caída hoja

Sunday, October 2, 2011

Haiku II Alberto Blanco



Se cristaliza
con el dolor del mundo
la triste lluvia

De la parte Diecisiete haikus de veranoTomado de: De su libro Este silencio; Verdehalago; Ciudad de México; 1a. edición 1998
Imagen Jardín japonén IV, de Noemí González. Tomada de: http://pintaracuarela.blogspot.com/2008/11/jardin-japones-iv.html

Thursday, September 15, 2011

HASTA PRONTO


PARA FINES DE ESTE MES DE SEPTIEMBRE DE 2011 este sitio, que albergara durante cinco productivos años al CLUB DE ESPAÑOL cambiará su nombre. Ya se informará a nuestros estimados lectores. La razón es que mis funciones como asesor del CLUB han llegado a feliz término debido a otros deberes que nos vemos obligados a atender, entre estos, el blog de nuestra querida amiga Amélie Olaiz, TIERRA DEL HAIKU, el taller de microcuentos de FICTICIA.com en sus parajes de LA MARINA y otras actividades de la misma magnitud.
Seguirán apareciendo aquí, de vez en vez, noticias sobre experiencias universitarias en BSU, pero la dirección del blog del CLUB será nueva, con nueva asesororía y proyectos de la presidente Shelby A. Kissick. Un saludo caluroso de,

José T. Espinosa-Jácome

Friday, May 13, 2011

¿Quién soy?



Por Stephanie Walsh



Era un lunes normal en Segovia, España, cuando una muchacha se despertó con una pregunta. Nunca había pensado en ésta y quería
saber la respuesta.


Durante su desayuno de cereales y zumo de naranja, preguntó a su madre, “Mamá, ¿quién soy?”

Su madre, esbozando una sonrisa, le contestó, “¿Quién eres?
Eres mi niña
bella, Claudia.”
Claudia no quedó
satisfecha.
“Sí, pero ¿quién soy?”
“Pregúntame otra vez esta tarde,” respondió su madre.



Confundida, Claudia salió
para la escuela.
Andaba por las calles, viendo los sitios famosos del pueblo pequeño.

Contempló el acueducto romano, grande y majestuoso…

Se maravilló con la muralla antigua que protegió Segovia durante la Época Medieval…

Durante la escuela, Claudia aprendió sobre Juan Bravo, el héroe militar de Segovia.

Al salir de las clases, Claudia fue al mercado en la Plaza Mayor con sus amigos.
Compraron dulces de los gitanos.



En la plaza, vieron la magnífica catedral gótica de Segovia.
Claudia había perdido la noción del tiempo y miró su reloj; de repente,
se dio cuenta Claudia que casi era
el tiempo de la comida.

Se despidió de sus amigos y veloz se fue a casa.
Claudia llegó a su apartamento a las tres en punto – justo a tiempo para compartir la comida con sus padres.

“¡Mmmm… huele bien!” gritó
Claudia. “Es tu comida preferida,” respondió su padre, “Judiones de la Granja.”
Se sentaron para gozar el plato tradicional de Segovia. A Claudia le encantaba la sopa, especialmente las judías blancas y el chorizo.

De repente, recordó lo que había preguntado a su madre por la
mañana. “Mamá, ¿me vas a decir por fin quien soy?”


“En un momento,” dijo su madre, “Primero, cuéntame tu día.”
“Pues, andaba a la escuela…”
“¿Y que viste?” interrumpió su madre.

“ Lo normal…
el acueducto,
la muralla, todo lo
de Segovia,”
respondió Claudia,
pensando en los sitios de
su pueblo magnífico.
“¿Y después?” preguntó su madre.
“Pues, aprendimos sobre Juan Bravo.
¿Sabes que él fue el líder de los
Comuneros en la
Guerra de las
Comunidades
de Castilla?”

“Sí, lo sé,” dijo
su madre con
una sonrisa.
“¿Y que hiciste después? Casi no llegabas a tiempo para la comida,” dijo su madre.
“Ay, fui al mercado en la Plaza Mayor. ¡Compré una palmera de
un gitano, y vi la catedral!
¡Es tan grande!”
“Muy bien, Claudia. Lo has
pasado bien hoy.”

“Sí. ¿Ahora me puedes decir quien soy?” preguntó Claudia.
“¡Ya me has dado la respuesta, hija!” respondió su madre.
“¿Cómo?”

“¿No lo ves?
Hija, la respuesta es simple:
Eres una Segoviana.”
Cuando se fue a la cama para una siesta, Claudia pensaba en lo que había dicho su madre. Y cuando se quedó dormida, sonreía, porque
finalmente sabía quien era.


© Copyright by Stephanie Walsh

Thursday, February 24, 2011

El 26 de enero pasado se iniciaron las actividades del Club de Español.


La presidenta del Club, Sarah Livers, nos comunicó que a las cuatro y media de la tarde iniciaron sus actividades de conversación los miembros del club. Con el dinamismo que desplaza el nuevo equipo todo hace suponer que a pesar de empezar tarde debido a los contratiempos que provocaron las heladas, el Club, bajo el liderazgo de Livers, Joseph Fazio, Charly Renckly (tesorera) y Paige Vandoski (coordinadora), será todo un exito.

El lunes 28 de febrero el Club presenta La Máscara de Zorro, con la distinción y la gracia de Antonio Banderas y Catherine Z-Jones.

No se la pierda: a las seis de la tarde en el Multiple P. Room del Student center, justo junto a las boleras y el billar.

¡Ahí nos vemos!

Saturday, February 19, 2011

El 28 de febrero da comienzo el IX Festival de Cine Hispanoamericano


Felices porque la nieve (más que nada el hielo negro) parece habernos dejado en paz, el Club de Español iniciará su festival de cine el 28 de febrero, con películas tales como Evita, La máscara del Zorro, Frida, Como agua para chocolate, y Simón del desierto de Luis Buñuel.

Sunday, January 2, 2011

Los tres cuentos ganadores de Las Bicicletas de Boulder.


En esta ocasión el jurado se decidió por tres cuentos. Los tres son muy diferentes entre sí: Los zapatos rojos es un delicioso cuento de hadas para adolescentes; el segundo Las balas no sólo sirven para matar, es un microcuento de acción feminista muy bien llevado al desenlace fatal de una tragedia negra de amor; y el tercero El sol y la luna, es un magnífico relato sobre la creación del universo.

No cabe duda que nuestros estudiantes en Ball State University poseen un alto grado de creatividad. Felicidades a las ganadoras.

Los zapatos rojos de Stephanie Weyer


Fueron mis zapatos favoritos esas zapatillas rojas. No eran de color borgoña o tomate rojo. No, eran de color rojo, sin ambigüedad de colores primarios. Eran de lona y tenían cordones blancos y hasta me lavaba los zapatos con los cordones atados todavía. Así, se volvieron de un tono color de rosa.
Esos zapatos eran buenos para mí. Íbamos juntos por todas partes – a través de los Estados Unidos de costa a costa, y alrededor de Nueva York, donde viví por cuatro meses. Fuimos a la Argentina donde me rompí el pie pero no lo sabía. ¡Salieron agujeros en mis pobres zapatos por andar cojeando! ¡Ay! Me llevaban sobre colinas, pavimentadas y rocosas, a través del barro, la lluvia, incluso en la nieve (lo que era tonto porque eran de lona y no eran impermeables). ¡Pero complementaban toda mi ropa y mis conjuntos: la combinación elegante de camisa y pantalones negros… el estampado patriótico de mi túnica con rayas rojas y blancas sobre pantalones de mezclilla… las bufandas, sombreros y gafas. Los zapatos rojos eran usados en todas las ocasiones.
Ahora los zapatos rojos ya no son míos. Se supone que están en un basurero, pero yo espero que estén en el ropero de otra persona. Los zapatos se rompieron. Tenían agujeros por donde los dedos gordos de mis pies asomaban. Estaban raspados y, los talones interiores, se desgastaron. Por lo tanto la estructura de goma estaba a la intemperie, causando un desagradable chirrido. ¡Ya nunca podía impresionar a nadie en tales zapatos! ¡Y se convirtieron molestos en mi viaje con mi familia a Italia! ¡Chirrido tras chirrido! Así que, los abandoné en un hotel en Sorrento. La verdad es que fue muy difícil para mí. ¡Los amaba tanto! Los puse en el alfeizar de una ventana y tuvieron una buena vista hacia el Mediterráneo. Ahora están perdidos.

Las balas no sólo sirven para matar de Stephanie Bauza


Mientras tomaba el sol en Brighton, Grace pensaba en la vida que le esperaba en Londres. Tomar vacaciones no es una opción que hubiera hecho por sí misma. Su madre la empujó a huir de su vida por una semana. Con todo lo que iba mal, la madre sentía que Grace necesitaba un poco de tiempo para despejar su cabeza y dejar que el aire fresco del Canal Inglés aclarara sus pensamientos.

Todo había empezado dos meses antes, cuando Grace, por primera vez, descubrió que su novio estaba llevando a cabo diversas aventuras con algunas de sus clientes ricas. Afligida por su traición, dejó su trabajo. Tenía la esperanza de olvidar el dolor y evitar preguntarse por qué no fue ella, suficiente para él. ¿Qué había cambiado en su relación que él sintió que tenía que buscar el amor en otras personas? Su madre notó lo pálida que su hija se había puesto –incluso para los estándares de Inglaterra–, Grace había perdido mucho peso y ella notó lo destrozada que su hija estaba.

Así fue como Grace llegó a Brighton, como una mujer amilanada que viajaba en el Ferrocarril Nacional de Heathrow. Sola, y sin trabajo que la distrajese, Grace pensó en los eventos que la llevaron a su situación actual. Por fin, llegó a una conclusión que la liberó finalmente de toda la angustia y dolor.

Cuando Grace volvió a su casa dos días antes de lo planeado se sentía mareada por la emoción de que por fin llegaría un desenlace satisfactorio. Se acercó lentamente a la habitación que compartía con Paul sin ocultar su presencia. Se detuvo en la puerta observando los cuerpos dormidos de Paul y su última mujerzuela. Con calma levantó su pistola y disparó un solo tiro hacia su cabeza. La intrusa asustada despertó. Grace sonrió con serenidad, dio media vuelta, y se fue.

IMAGEN: Fotograma de Película de Hitchcock.