Wednesday, July 16, 2008

Una experiencia personal


Samantha Hutchinson

Hoy, salí con mi novio. Su cumpleaños es mañana lunes, y mi cumpleaños fue el miércoles pasado. Así que decidimos que sería hoy lo mejor para celebrar, ya que él tuvo que trabajar el viernes y el sábado pasados.

Primero, fuimos a ver una película, Wall-E. Fue bastante buena, y disfruté inmensamente. Nosotros no compramos palomitas de maíz, porque íbamos a la cena justo después de la película pero bebimos, “Rocío de la Montaña”.

Después de que la película, nosotros fuimos a la cena en un restaurante al que yo nunca había ido: O’Charley. Disfruté de ello, como también mi novio. Sin embargo, él estuvo decepcionado porque nosotros no pudimos ir a Tapas de Barcelona en Indianápolis, ya que nosotros no teníamos dónde aparcar.

Después de que terminamos la cena, nosotros decidimos pasear por el parque porque era una noche hermosa. Mientras estábamos en el parque, nosotros encontramos a algunos de amigos de Zach y permanecimos charlando por un rato.

Después de eso, fuimos hacia su casa, pero vi el Helado de Handel y decidí que deseaba comer helado, así que paramos para eso. Luego de que esperamos en la línea por mucho rato, volvimos a su casa y lo dejé antes de volver a casa a mis abuelos.

Mi final feliz sobre el cortometraje Nada que perder


Ashley VanOsdol


Mi final feliz sobre Nada que perder es malo. Mi final feliz empieza cuando la chica conoció al taxista e iba al casting a la calle Pintor Rosales. Mi final feliz al cortometraje aparentemente es malo porque la estrella de cine murió, porque el taxista chocó contra otro coche. Nina tomaba el transporte público frecuentemente. Llegó a la calle, subió al taxi, dio la dirección, y se fue.

El taxista fue el asesino imprudencial en el cortometraje Nada que perder. Esto sucedió porque Nina no quería ir a Lisboa con él. Le dio calabazas a su pretendiente taxista que ya se había enamorado de ella. Nina estaba muy asustada porque él condujo rápido y se desplazó bruscamente.

Menudas vueltas da el destino.

En mi final feliz del cortometraje Nina no era una mujer de la calle. Nina era una actriz nada más. Nina fue al cásting y dijo algo de carrerilla. Estaba muy nerviosa pero contenta en el fondo. Había estado en muchos videoclips, cortometrajes, películas y había hecho un corto para un amiguillo. Nina quería ser la mejor actriz del mundo. Sólo tenía veinte y cinco cuando murió.

Fue un final feliz porque era una señorita bonita, graciosa, amable, y una buena actriz. Ella murió demasiado joven, pero se fue al cielo y allá Dios la recibió con la alegría de todos los ángeles.